El médico forense Marcos Prieto quien realizó la autopsia a los cadáveres de los seis peones ejecutados ayer en una estancia, indicó que posiblemente a una distancia de 30 centímetros recibieron los balazos.
Los cuerpos fueron encontrados todos boca abajo en un quincho, uno al lado de otro y la causa de muerte fue traumatismo cráneo encefálico grave. El que más heridas recibió tenía ocho impactos y el que menos tres. Se recogieron vainillas de pistola calibre 9 milímetros y las heridas en los cuerpos coinciden con ese calibre.
El forense confirmó que por la rigidez cadavérica todos fueron asesinados al mismo tiempo y la muerte fue instantánea.
Prieto sostuvo que no tenían rastros de otro tipo de heridas que no sean disparos, o sea, no hay rastros de torturas. Solo uno estaba esposado y ayer se procedió a la entrega de los cuerpos a los familiares.
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